Lo conocí en el caos de una habitación de hotel en Los
Ángeles, aquella tibia mañana en la que Alabama se había puesto esa camisa invisible,
de un azul que no existe, que dejaba sus hombros y la imaginación al descubierto:
una tormenta de insinuaciones en la retina de un chico de dieciséis años.
Patricia Arquette en True Romance (Tony Scott, 1993)
Luego Travolta, que ya había resucitado, le enseñó quién era
el más duro del negocio del cine en Hollywood, y él fue recogiendo papeles
menores a la espera de que llegara su momento.
Travolta y Gandolfini compartieron cartel en Get Shorty (Barry Sonnenfeld,1995)
Sucedió en los primeros años del siglo XXI, a Winston le habían
encargado recoger a Julia y mantenerla oculta hasta que el golfo de su novio
Brad pagara sus deudas. En la habitación de un motel de carretera se confesó
homosexual, se abrió el corazón en dos para que Julia le diera algunos consejos
y él pudiera aceptarse un poco más. La cosa terminó bien o, al menos, no
terminó mal.
The Mexican (Gore Verbinski, 2001)
Vivió el chantaje y la mentira, en el blanco y negro de las
novelas buenas, en un pueblo apartado que casi daría igual si existía o no. Le
costaba celebrar la Navidad, ni como un favor, y ni siquiera si le pagaban por
ello, y es algo que Ben no podía entender.
The Man Who Wasn't There (Joel Coen, 2001)
Así que volvió a New York, y cogió el metro que salía de
Pelham, el que una vez cogiera Robert Shaw, y se animó a encarnar algunos
papeles de político o de pez gordo de la CIA. Los trajes no terminaban de
sentarle bien, así que agarró sus cosas y se largó a New Jersey.
Zero Dark Thirty (Kathryn Bigelow, 2012)
Abrió el Badabing y lo llenó de gente de mal, se agenció el
Satriale’s, una carnicería que no tenía nada que ver con sus asuntos
personales, porque él siempre dijo que su trabajo era sacar la basura. Y punto.
Familia, la otra familia, las amantes, las otras amantes, quebraderos de
cabeza, decisiones difíciles… Los patos venían a verlo una vez al año, junto a
la piscina. Aún tuvo que volver al psiquiatra cuando lo de aquellos mareos… Se
va construyendo la vida así… Aunque si eres Tony Soprano parece más fácil; o
todo lo contrario. Pero, ¿si te preguntan si valió la pena, qué les dirías?
¿Qué nos dirías?
Cartel promocional de la 6ª temporada de The Sopranos (1999-2007)
Esa tensa espera en la mesa del Holsten’s, reunión familiar,
aquí quiero hablarles de mi vida, de mi sueño y del sueño de todos. Sé que me
van a sacar de plano, sé que viene un fundido a negro, el viaje que empieza
ahora lo voy a tener que hacer solo, pero que no pare la música… “Don’t stop
believing, hold on to that feeling…”
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