16 de junio de 2015

Los Últimos Románticos



Ése seguramente es el carácter de estos últimos románticos que aderezan sus ansias de revolución con los placeres oscuros de la poesía de Baudelaire, de Rimbaud… La protesta que dirigen al mundo que no los quiere en sus planes a menudo la confunden con objetivos poco claros, porque esa revuelta interior sólo se puede conseguir desde el conocimiento pleno de uno mismo, no desde la imposición, sino desde la reflexión. Vendrán años propicios para eso, aunque lo que ahora apetece es derribar los cimientos de un mundo que ya no consideran que deba dictarles unas normas.
Como siempre, se aprende de ellos, de cada uno puedes sacar grandes cosas: la determinación de Antonio, el gusto por la lectura de Sunnie, la prudencia de Ling Zhi, la perseverancia de Stevie, las divagaciones de Toby, las ganas de Tyler, la lucha contra la pereza de Erik, la ironía de Andrés, la elegancia de Marta, la aparente apatía de Alexey o el talento de Esther… Se ofrecen a la vida como se da el amor de los años que han dejado atrás y los que están a punto de comenzar.

Hay un hueco junto a Ulises en el nuevo viaje, y junto a Juan Preciado o Frodo Bolsón, o junto a todos los que han andado el camino antes que vosotros. Buena suerte.