24 de noviembre de 2014

"Se me olvidó que te gustaría haber montado una revolución..."





Catorce años no son nada. El rock de M-Clan sigue intacto, el mensaje también. Lo demuestra su último disco, el directo Dos Noches en el Price, donde repasan una carrera de 20 años con evidentes altibajos, pero de la que podemos rescatar este tema del álbum Sin Enchufe (2001), "Los Periódicos de Mañana", donde, casi en plan visionario, ponían voz a lo que muchos pensamos desde, por desgracia, hace demasiado tiempo.

Como rezaba uno de sus grandes estribillos... "oigo música en todas partes..." Dame música, por favor, porque para lo que hay que oír...


19 de noviembre de 2014

"Ideas are bulletproof"


The Fifth of November

    Remember, remember! 
    The fifth of November, 
    The Gunpowder treason and plot; 

    I know of no reason 

    Why the Gunpowder treason 

    Should ever be forgot! 

    Guy Fawkes and his companions 

    Did the scheme contrive, 

    To blow the King and Parliament 

    All up alive. 

    Threescore barrels, laid below, 

    To prove old England's overthrow. 

    But, by God's providence, him they catch, 

    With a dark lantern, lighting a match! 
    A stick and a stake 
    For King James's sake! 
    If you won't give me one, 
    I'll take two, 
    The better for me, 
    And the worse for you. 
    A rope, a rope, to hang the Pope, 
    A penn'orth of cheese to choke him, 
    A pint of beer to wash it down, 
    And a jolly good fire to burn him. 
    Holloa, boys! holloa, boys! make the bells ring! 
    Holloa, boys! holloa boys! God save the King! 
    Hip, hip, hooor-r-r-ray!





El 4 de noviembre de 1605, el villano Guy Fawkes, un combatiente de profundas convicciones católicas que incluso había llegado a luchar junto al ejército español en Flandes durante la Guerra de los Ochenta Años, fue detenido en las estancias subterráneas de la Cámara de los Lores del Parlamento del Reino Unido (The Right Honourable the Lords Spiritual and Temporal of the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland in Parliament assembled) en posesión de treinta y seis barriles de pólvora, dispuesto a hacer saltar por los aires al rey Jacobo I y a su Corte protestante, como colofón al complot católico dirigido por Robert Castesdy, muerto en su huida del fallido atentado, que más tarde se conocería como La Conspiración de la Pólvora.
Torturado durante días en la Torre de Londres, su determinación inquebrantable llegó a provocar la admiración del mismísimo rey Jacobo I, que lo mandó colgar el 31 de enero de 1606. Posteriormente, y como advertencia a cualquier atisbo de rebeldía, fue descuartizado y sus restos se repartieron por toda Inglaterra.
A partir de entonces, se convirtió en un símbolo de la resistencia al poder y en la encarnación de la individualidad de cada hombre y mujer: luchó contra lo que pensaba que era una tiranía, que lo era, con una convicción admirable.
Cada 5 de noviembre se celebra en Inglaterra una fiesta nacional (The Bonfire Night) en la que se queman representaciones del conspirador Guy Fawkes, un personaje temido y admirado a partes iguales. Un personaje que estuvo a punto de cambiar la Historia de Inglaterra de comienzos del siglo XVII.




En 1982, el guionista Alan Moore y el dibujante David Lloyd, creaban al personaje "V" y lo presentaban con una máscara que homenajeaba al difunto Hawkes. En la obra maestra del comic que concibieron, V for Vendetta, el personaje tras la máscara era un hombre que se atreve a luchar contra la pérdida de la libertad y de la identidad del individuo, en un mundo hostil encarnado por una Inglaterra futurista (en 1997) que ha caído bajo un régimen totalitario después de la III Guerra Mundial. 


La historia es un canto al poder de la rebelión y la resistencia del espíritu humano ante la opresión y el fascismo. "V", en un acto de venganza planeado durante años, ataca los intereses de un estado tiránico que somete a los ciudadanos por su condición social, racial y sexual. Planea hacer saltar esa chispa adormecida en las conciencias exponiendo a los altos cargos del estado bajo la mirada inocente de los ciudadanos, sin ningún tipo de filtro, y en esas condiciones la mentira no puede sobrevivir. El caos que persigue "V" es una revolución a nivel individual que debe tener sus consecuencias a nivel universal. Nunca la ilusión de treinta y seis barriles de pólvora dieron para tanto.


En palabras del propio Moore: 

   
   "Comencé V de Vendetta en el Verano de 1981, durante unas vacaciones, repletas de trabajo, en la Isla de Wight. Mi hija más joven, Amber, tenía apenas unos meses de edad. Terminé V de Vendetta en el Invierno de 1988, después de cinco años de discontinuidad al cancelarse la revista inglesa Warrior, su hogar inicial. Amber tiene ahora siete años. No sé por qué lo he mencionado. Es una de esas cosas que te vienen a la mente con inesperada fuerza y no puedes hacer más que sentarte y pensar en ella. 
    El hecho de que el argumento precede a una supuesta derrota del Partido Conservador en las elecciones de 1982, os puede confirmar lo fiables que fuimos en nuestro papel de adivinos. 

    Ahora estamos en 1988. Margaret Thatcher comienza su tercer mandato y lidera sólidamente un Partido Conservador hacia el próximo siglo. Mi hija tiene 7 años y en la prensa circula la idea de campos de concentración para los enfermos del SIDA. La nueva policía antidisturbios lleva visores negros, como sus caballos, y sus furgonetas transportan videocámaras giratorias en su techo... El gobierno ha expresado su deseo de erradicar la homosexualidad, incluso como concepto abstracto. Y uno se pregunta qué nueva minoría será atacada legalmente después. Pienso en llevarme a mi familia fuera de este país muy pronto, en los próximos años. Es frío, miserable y corto de miras. Y no quiero estar aquí en el futuro"


 En 2005, los hermanos Andy y Lana Wachowski, responsables de la trilogía de Matrix (The Matrix, Andy & Lana Wachowski, 1999), adaptaron el comic para el cine en la película homónima que dirigió James McTeigue, con desiguales resultados: tuvo una muy buena acogida por parte del público y por parte de un amplio sector de la crítica, aunque los fieles de la novela gráfica, como el propio autor Moore, no quedaron del todo convencidos por algunas modificaciones esenciales en la trama, y sobre todo por un final que no hacía justicia al espíritu del original. Los papeles principales los encarnaron Hugo Weaving y Natalie Portman.




Uno de los momentos más emotivos de la novela gráfica es el descubrimiento por parte de la protagonista, Evey, que ha sido detenida y condenada a prisión, de una carta escrita por la prisionera que ocupaba su celda antes que ella, Emily, una actriz homosexual condenada por ser y pensar diferente. Aquí transcribimos la carta completa:


    "No sé quién eres. Por favor, créeme. No puedo convencerte de que esto no es una de sus trampas. Pero no me importa. Yo soy yo, no sé quién eres tú, pero te quiero. Tengo un lápiz pequeño que no me han encontrado. Soy una mujer. Lo escondí dentro de mí. Tal vez no pueda volver a escribir, así que ésta es una larga carta acerca de mi vida. Es la única autobiografía que jamás escribiré y, Dios, la estoy escribiendo en un trozo de papel de váter.

    Nací en Nottingham un día muy lluvioso de 1957. A los 11 años empecé a ir a un instituto femenino. Quería ser actriz. Conocí a mi primera novia en el instituto. Se llamaba Sara. Tenía 14 años y yo 15, pero estábamos las dos en la clase de la Srta. Watson. Tenía unas muñecas preciosas. En clase de biología, mirando fetos de conejo en tarros de formol, escuché a la Sra. Hird decir que eso era sólo una fase adolescente que se supera. Sara la superó; yo no.

    En 1976 dejé de fingir y llevé a casa a una chica que se llamaba Christine para que conociera a mis padres. Una semana después me fui a Londres y empecé a estudiar teatro. Mi madre decía que le había roto el corazón... pero lo que me importaba era mi integridad. ¿Soy egoísta por ello? Se vende por muy poco, pero es lo único que tenemos en la vida. Es lo último que nos queda... !...y con ella somos libres!

    Londres... era feliz en Londres. En 1981 hice de Dandini en la Cenicienta: mi primer trabajo en teatro. El mundo me parecía raro y enloquecido, con esas multitudes invisibles tras los focos y todo ese glamour. Era excitante, pero me sentía sola. Por la noche me iba a bares de chicas, pero mi actitud era distante y no me desenvolvía con facilidad. Conocí bien el ambiente, pero no me sentía cómoda. Muchas de ellas solo querían ser lesbianas. Era su vida, su ambición, lo único de lo que hablaban. Pero yo quería algo más. Yo quería algo más.

    El trabajo mejoró. Conseguí pequeños papeles, luego fueron mayores. En 1986 protagonicé "Las Salinas": un éxito de crítica pero no de público. Conocí a Ruth en el rodaje. Nos amábamos. Vivimos juntas y el día de San Valentín me enviaba rosas y...¡Dios, teníamos tanto! Esos fueron los mejores tres años de mi vida.

    En 1988 empezó la guerra... y después ya no hubo más rosas. Para nadie.

   En 1992, tras la invasión, empezarón a hacer redadas de gays. Se llevaron a Ruth cuando estaba en la calle buscando comida.

      ¿Por qué nos tienen tanto miedo?

   La quemaron con colillas y la obligaron a darles mi nombre. Firmó una confesión donde afirmaba que yo la había seducido. La quería tanto... no la culpé.
    Pero ella sí lo hizo. Se suicidó en su celda. No pudo soportar su traición, el haber entregado su dignidad. Oh, Ruth.
    Vinieron a por mí. Dijeron que quemarían todas mis películas. Me afeitaron el pelo. Me metieron la cabeza en un váter mientras contaban chistes de lesbianas. Me trajeron aquí y me drogaron. Ya no siento la lengua. No puedo hablar.
    La otra lesbiana que había aquí, Rita, murió hace dos semanas. Me imagino que yo lo haré pronto. Es extraño que mi vida tenga que acabar en un lugar tan horrible, pero durante tres años recibí rosas y no me disculpé ante nadie.
    Moriré aquí, cada parte de mí morirá... excepto una. Una parte. Es pequeña y frágil y es la única cosa en la vida que merece la pena tener. No debemos perderla ni venderla. Ni desecharla. No debemos dejar que nos la quiten.
    No sé quién eres, ni si eres hombre o mujer. Tal vez nunca llegue a verte. Nunca te abrazaré, ni lloraré, ni me emborracharé contigo. Pero te quiero.
    Espero que escapes de este lugar. Espero que el mundo cambie, que las cosas mejoren y que la gente se regale rosas otra vez.


    Ojalá pudiera besarte.



    Valerie."